viernes, 13 de diciembre de 2013

Bled, La Perla de Eslovenia


Bled es una población situada a orillas del lago Bled y ubicada en los Alpes Julianos en la zona noroccidental de Eslovenia. Se encuentra a pocos kilómetros al sur de la frontera con Austria y a unos 50 kilómetros al noroeste de la capital del país, Liubliana.


Bled es especialmente famoso por su lago glacial, el cual atrae a numerosos turistas durante todo el año. En los bosques circundantes hay varios castillos e iglesias. Desde el castillo de Bled, se puede tener una vista panorámica muy disfrutada por los turistas.


Eslovenia posee una sola isla, sin embargo ésta –por su originalidad- es más atractiva que otras ínsulas. Protegida por las pintorescas montañas es la reina en medio de un lago alpino. Con su hermosura es, desde hace siglos, símbolo del lugar al cual regresan con gusto turistas del mundo entero. Esta localidad, que existe desde hace mil años, es BLED. 


En la isla en medio del lago los antiguos antepasados eslovenos adoraban a Živa, la diosa del amor y la fertilidad de los antiguos eslavos. Luego los peregrinos visitaban la isla para ir al santuario de Santa María. Hace más de un milenio, el 10 de abril de 1004, la localidad de Bled fue mencionada por primera vez. El Sacro emperador Enrique II donó estas tierras al obispo de Bresanone. En la edad media esta localidad florecía gracias a los peregrinos que en el siglo XIX fueron sustituidos por los verdaderos turistas. El suizo Arnold Rikli descrubrió la fuente de la salud y el bienestar en el clima benéfico del lugar, así como también en el agua del lago y en el agua termal. Su propuesta de los balnearios con hidroterapia fue complementada por las pensiones y hoteles de los habitantes del lugar. 


La localidad, que a principios del siglo XX era el balneario más hermoso del imperio, atraía a la elite aristocrática europea. Después de la II Guerra Mundial se encontraba aquí una de las residencias protocolares más bellas del país. Los personajes más importantes de todo el mundo disfrutaron de las bellezas de Bled. Hoy en día los peregrinos de los nuevos tiempos la siguen descubriendo y aquí regresan. En Bled esperan miles de oportunidades a los mundanos buscadores de cosas diferentes y bellas, del relax y de la inspiración, de la paz o de los estímulos.


Las vueltas al lago a pie o en carroza, los tradicionales botes, las campanadas para cumplir los deseos en la isla, los tesoros del castillo, los cercanos centros de esquí, las rutas de montaña, el campo de golf, la caza, la pesca, el casino, las capacidades para los congresos: son algunos fragmentos de los atractivos de Bled que merecen ser experimentados.  Quien vive Bled, siempre deseará volver...


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