En China, en la provincia de Yunnan (al sur del país) se encuentra el misterioso y enigmático Bosque de piedra de Shilin. Se trata de una espectacular formación rocosa en forma de pináculos, rodeada de una frondosa vegetación, que transporta a quien lo visita a un mundo fantástico.
Shilin o el Bosque de Piedra en castellano, nos encontramos con una de las zonas más increíbles (y explotadas turísticamente) de Yunnan. Es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y los chinos han aprendido que estas cosas se pagan bien, cuesta casi 20 euros entrar y atrae a millones de visitantes.
Las formaciones basálticas del bosque Shilin se atribuyen a la erosión y la actividad sísmica, entre otras variables que nos remiten a la perfección del azar. Este bosque de piedra lleva tatuada sobre sí la sabiduría acumulada en 270 millones de años. El espacio proyecta una especie de red neuronal dentro de la que se forman cientos de micro-bosques que a la vez dan vida a decenas de laberintos.
Pero la paradisíaca esencia del bosque Shilin no termina ahí, pues en su interior se multiplican las cuevas, los estanques y las caídas de agua. Finalmente, un lago con una isla en el centro marca el improbable ombligo de este singular recinto.
El parque está dividido en varias áreas, y dado que las agujas se encuentran rodeadas de una frondosa vegetación, el paseo entre ellas resulta muy agradable. Para el pueblo chino Shilin es un lugar mágico y misterioso, y no son pocas las leyendas que giran en torno a él. Según un antiguo mito, el “bosque” fue creado por los dioses a partir de una montaña que partieron en pedazos, para proporcionar a los enamorados un laberinto en el que pudiesen gozar de intimidad.
Para llegar a Shilin desde Kunming hay que tomar un autobús en la Estación Sur, a unos 10 kilómetros del centro y accesible en el bus urbano nº154. Calculad por lo menos una hora para llegar hasta la estación, y algo menos de dos horas hasta Shilin.
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