Marilyn Monroe (Los Ángeles, California, Estados Unidos, 1 de junio de 1926, 5 de agosto de 1962), nacida como Norma Jeane Mortenson y bautizada como Norma Jeane Baker, fue una actriz de cine, cantante y modelo estadounidense. Con el paso del tiempo, llegó a ser una de las actrices más famosas de Hollywood y uno de los principales símbolos sexuales de todos los tiempos.
Comenzó su carrera como modelo fotográfica y a partir de 1946 comenzó a interpretar pequeños papeles en películas de bajo presupuesto. Los primeros papeles destacados los interpretó en las películas The Asphalt Jungle (La jungla del asfalto, 1950) y All About Eve (Eva al desnudo, 1950). Su reconocimiento mundial comenzó a desarrollarse después de que protagonizara el musical Los caballeros las prefieren rubias (1953) y apareciera en el número inaugural de la revista Playboy.
Interpretó el papel principal en las comedias Cómo casarse con un millonario (1953), The Seven Year Itch (La tentación vive arriba, 1955) y Bus Stop (1956), y gracias al éxito taquillero de estas películas, desde entonces comenzó a ser considerada como una de las actrices más rentables de la industria cinematográfica. Su mayor éxito comercial fue Some Like it Hot (Con faldas y a lo loco, 1959), filme por el que ganó el Globo de Oro a la mejor actriz de comedia.
Fue considerada como una de las mujeres más atractivas de la historia del séptimo arte, pero su explosiva belleza la condicionó artística y emocionalmente, obligándola a proyectar una imagen seductora y superficial que encubría su personalidad real, sensible e inestable desde la infancia. Estuvo casada con el jugador de béisbol Joe DiMaggio, en 1954, y luego con el dramaturgo Arthur Miller, entre 1956 y 1962.
En 1953, después de participar en películas de bajo presupuesto, la actriz tuvo un papel protagonista: Rose en Niágara. Y fue porque el aquel entonces presidente de la Twenty Century Fox, Darryl F. Zanuck, lo pidió. Así fue como Marilyn Monroe sustituyó a Anne Bancroft y consiguió críticas dispares: unos decían que no estaba a la altura del papel y otros quedaron eclipsados por su explosiva belleza. A modo de curiosidad, destacar que los famosos cuadros de Andy Warhol sobre Marilyn tienen como modelo una imagen promocional de esta película.
En diciembre de ese mismo año, Marilyn apareció en el número inaugural de Playboy, siendo por lo tanto la primera chica del mes de la revista. En la portada se reproducía una fotografía de la actriz con un vestido de escote pronunciado, que había suscitado críticas, pero el interior era aún más explosivo: como póster central se reproducía la fotografía Sueños dorados, donde Marilyn totalmente desnuda sobre una sábana de raso mostraba sus medidas 94-58-92. En realidad Marilyn no había posado expresamente para la revista: la imagen era de 1949, cuando ella era una desconocida de cabello más largo y oscuro, y se había tomado para un calendario. Pero Hugh Hefner compró los derechos justo a tiempo para explotar el creciente estrellato de la actriz.
En 1954 la actriz apareció en la película de Otto Preminger, River of No Return (Río sin retorno), junto a los actores Robert Mitchum, Rory Calhoun, Tommy Rettig y Murvyn Vye. Se trató de un western en el que ella interpretó el papel de una cantante de saloon que conoce a un rudo vaquero, con el que vive distintas aventuras. La película obtuvo críticas negativas y no le fue bien financieramente. En ese mismo año actuó en There's No Business Like Show Business (Luces de Candilejas), una comedia musical donde compartió escena con Ethel Merman, Donald O´Connor y Mitzy Gaynor. La película recibió críticas negativas y no tuvo una buena recaudación. Posteriormente rechazó filmar una película con Frank Sinatra por no estar conforme con el argumento de la misma y con el salario que recibiría. Esto hizo que el estudio para el que trabajaba la suspendiera durante un breve lapso temporal en el que permaneció alejada de la actuación, aunque realizó presentaciones como cantante en Japón para entretener a las tropas estadounidenses.
Tras un breve receso, Monroe aceptó el papel de La Chica en la comedia The Seven Year Itch (La tentación vive arriba), de 1955, adaptación cinematográfica de la obra teatral del mismo nombre. Por su trabajo en esta película recibió críticas positivas de diversas fuentes y su primer nominación al premio BAFTA como Mejor actriz extranjera. Por su parte, The Seven Year Itch fue un gran éxito comercial, ya que recaudó más de ocho millones de dólares, pero contribuyó a la crisis matrimonial entre Marilyn y Joe DiMaggio, disgustado por la famosa escena del vestido y, en general, por la imagen provocativa que Marilyn proyectaba. La pareja se divorciaría rápidamente. Después, el estudio ofreció a la actriz un contrato más ventajoso desde el punto de vista comercial y artístico, en el que se incluyó una cláusula que señalaba que recibiría un porcentaje de la recaudación y otra que le concedía la posibilidad de realizar una producción independiente cada año.
En 1956, Monroe regresó al cine interpretando el papel de Cherie en la película Bus Stop. Gracias a un nuevo contrato que firmó con la Twenty Century Fox en ese año, la actriz pudo elegir director. Optó por Joshua Logan, quien había sido formado con el mismo método de interpretación que ella. Nuevamente la actuación de Monroe recibió buenas críticas. Lohan, en su autobiografía, escribió: «Marilyn es una de las actrices más talentosas de todos los tiempos, ella es realmente brillante. Creo debió haber sido nominada como mejor actriz a los premios Óscar». Bosley Crowther, del periódico The New York Times, señaló: «Marilyn Monroe se probó a sí misma que es una actriz». Ese año fue nominada al premio Globo de Oro por Mejor actriz de comedia o musical.
El 29 de junio de 1956, la actriz y Miller se casaron en una doble ceremonia, civil y religiosa. La prensa accedió a la casa donde se celebró el evento, pero en una de las persecuciones en busca de fotografías murió accidentalmente una periodista que cubría el acontecimiento. Después, el matrimonio partió hacia la ciudad de Londres, donde Monroe rodó la primera película de la Marilyn Monroe Productions, El príncipe y la corista (1957). Allí fue dirigida por Laurence Olivier, con quién además compartió el protagonismo. El rodaje resultó ser muy angustioso para la actriz, porque perdió un embarazo a causa de un aborto espontáneo. En este período, debido a sus trastornos emocionales y anímicos, se volvió adicta al alcohol y a los barbitúricos. La actuación de Monroe tuvo muy buena recepción por parte de los críticos de cine, incluso ganó el premio David di Donatello a la mejor actriz extranjera en Italia y estuvo nominada al premio BAFTA como mejor actriz.
En 1959, Monroe participó en la película Some Like it Hot (Con faldas y a lo loco), con un elenco que incluía a Jack Lemmon y Tony Curtis, dirigida por Billy Wilder. Durante el rodaje, Monroe siempre llegaba tarde, constantemente pedía repetir las tomas y con mucha dificultad lograba memorizar sus líneas; esto hizo que se enemistara con sus compañeros, especialmente con Tony Curtis. La filmación resultó ser también angustiosa para la actriz porque allí quedó embarazada, supuestamente por un breve idilio con Curtis, pero nuevamente sufrió un aborto espontáneo.
La película tuvo un gran éxito de crítica y público; fue la más taquillera de ese año y consiguió cinco nominaciones a los premios Óscar. Monroe interpretó a "Sugar", una chica romántica, desafortunada en el amor y vulnerable; una rubia superficial, no demasiado inteligente, víctima de la maldad de los otros. Por su actuación ganó el Globo de Oro a la mejor actriz de comedia o musical. Más tarde, Wilder comentó que esta película fue uno de los logros más importantes de toda su carrera.
En el año 1960, Monroe formó parte del elenco de la película The Misfits (Vidas rebeldes), de John Huston, cuyo guion fue escrito especialmente por Arthur Miller para ella. La actriz interpretó a Roslyn, un personaje que su esposo calcó de situaciones, diálogos y momentos de su vida. El elenco incluía, entre otros, a Clark Gable, Montgomery Clift y Thelma Ritter. La filmación comenzó en julio de ese año y se llevó a cabo en el desierto de Nevada. El estado anímico de Monroe no era bueno; faltaba con frecuencia al rodaje, tenía dificultades para poder concentrarse y para dormir consumía fuertes dosis de fármacos y alcohol.
En el mes de agosto, la actriz fue hospitalizada de urgencia en Los Ángeles durante diez días. Los periódicos indicaban que la actriz estaba cerca de la muerte, pero no revelaron las causas de su internamiento. Después de esto, Monroe regresó a Nevada y terminó de filmar la película. En noviembre, la actriz y su esposo regresaron separados a la ciudad de Nueva York y ella se refugió en casa de Lee Strasberg.
Durante los siguientes meses, la adicción de Monroe a los fármacos y al alcohol la pusieron al borde de la muerte nuevamente. El 20 de enero de 1961, se divorció de Miller. En el mes de febrero ingresó en la clínica psiquiátrica Payne Whitney, experiencia que luego ella misma describió como «una pesadilla». Después logró comunicarse con Joe DiMaggio, quien hizo que la trasladaran de esa clínica a un hospital normal. Su delicado estado de salud le impidió trabajar el resto del año.
El 5 de agosto de 1962, a las 4:55 de la madrugada, el jefe del departamento policial de Los Ángeles, Jack Clemmons, recibió una llamada inquietante. Su interlocutor era el doctor Greenson, psiquiatra de Marilyn Monroe, y el mensaje era claro: la actriz había muerto. El policía fue el primero en llegar al lugar y la primera autopsia reveló que había fallecido por una sobredosis de barbitúricos.
Teniendo en cuenta que el informe policial calificó la causa de la muerte como un «probable suicidio» por falta de pruebas, muchos creen que fue asesinada. Se dice que el presidente Kennedy y su hermano Robert ordenaron su muerte para evitar que ella, tildada de ingenua, revelara información importante. También se apuntó a que la mafia temía que la actriz informara a la policía sobre los negocios que mantenían con el cantante Frank Sinatra y por eso acabaron con su vida.
La repercusión de la muerte de Marilyn Monroe fue muy importante. Se dice que las vidas de Frank Sinatra y Pat, amiga de la actriz, nunca volvieron a ser las mismas. Monroe dejó un sinfín de imágenes y palabras que perduran en la historia y la recordarán para siempre. Pero también dejó un expediente sin resolver. Lo que ocurrió exactamente la noche de su muerte es una incógnita, pero su legado será, tal vez, el más grande de su época.
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