Cenote es un término que solo se utiliza en México y que proviene de la palabra maya "dzonot", que significa "abismo"; son pozos de pozos de agua dulce creados por la erosión de la piedra caliza, suave y porosa, pero para el mundo maya eran fuentes de vida que proporcionaban el líquido vital, además de ser una entrada a las maravillas del otro mundo y el centro de comunión con los dioses.
En la Península de Yucatán abundan los cenotes y es una de las experiencias más emocionantes, que solo puede disfrutarse en esta parte del mundo, es bucear y explorar estos fabulosos y misteriosos cenotes y sus ríos ocultos.
Existen varios tipos de cenotes: a cielo abierto, semi-abiertos y subterráneos o en gruta. Esta clasificación está directamente relacionada con la edad del cenote, siendo los cenotes maduros aquellos que se encuentran completamente abiertos y los más jóvenes los que todavía conservan su cúpula intacta. Como otras muchas estructuras geomorfologícas, los cenotes son estructuras transitorias, que finalmente pueden terminar rellenos y desecados, pasando a formar parte de lo que se conoce como un paleokarst.
Su morfología suele ser típicamente subcircular, y con las paredes abruptas. Por la evolución del macizo kárstico, el cenote comienza siendo una cámara subterránea producida por la disolución de la roca caliza por la infiltración del agua de lluvia. Finalmente, conforme la cavidad va aumentando de tamaño, el cenote puede terminar aflorando a la superficie por colapso de la cúpula.
Los cenotes se formaron durante las épocas de bajada del nivel del mar durante los pulsos glaciares del Pleistoceno. Los cenotes son, en la mayor parte de los casos, ensanchamientos de complejas redes fluviales subterráneas, que en ocasiones se abren paso hasta el mar. En éstos, el agua marina, más densa que la dulce, puede penetrar por el fondo del sistema freático. Por ello, hay cenotes en los que a partir de determinada profundidad el agua pasa de dulce a salada, incluso a muchos kilómetros de la costa. Esta superficie de contacto entre el agua dulce y marina recibe el nombre de haloclina, y provoca interesantes efectos visuales.
Algunos cenotes poseen rica variedad en flora y fauna de agua dulce en vías de extinción: el pez ciego de Yucatán, la damablanca ciega, la anguila ciega, la anguila de lodo, esponjas, bivalvos, camarones y crustáceos des-pigmentados (como el Speleonectes tulumensis) y plancton. Algunos de ellos también han sido poblados artificialmente con nuevas especies. En zonas muy cercanas a la costa, además de las especies antes mencionadas, se pueden encontrar algunos peces de agua salada tales como pargos y mojarras, que llegan por conductos subterráneos que comunican el fondo del cenote con el mar.
El subsuelo de la península de Yucatán está formado por el acumulamiento de diversos animales marinos, principalmente de concha, los cuales al morir fueron acumulándose y degradándose hasta compactarse densamente formando roca calcárea. En el interior de los cenotes se pueden ver rastros de estos organismos y algunos plantas como son corales fosilizados. En el cenote Kambul se han encontrado fósiles de tiburones y sirénidos.
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